¿Por qué un equipo de fútbol?

No es secreto alguno que siempre me haya gustado el fútbol.

Recuerdo mi infancia dándole golpes al balón, no sé si fue por influencia de los niños de la aldea o por mis primos, ya que las niñas sólo las había en el cole y con ellas jugaba al brilé.

Asimismo cuando tocaba jugar en clase de gimnasia, yo siempre prefería que el profesor optase por un partido de fútbol, entre toda la clase y no se decantase por otro juego.

Según decían mis compañeros, de entre las niñas, yo era la que mejor jugaba al fútbol. Quizás por mi ligereza, o porque por aquel entonces tenía más experiencia que el resto de chicas. Recuerdo que me llamaban “Ronaldiña”. ¡Qué tiempos aquellos!

Por aquel momento, yo era fan número uno del Real Madrid. Me sabía los nombres de todos los jugadores, hacía pósteres de todos y cada uno de ellos, por supuesto con el escudo incluido y sin duda mi jugador favorito, era Morientes. Pero lo más gracioso, eran las apuestas con un niño de clase, que era del Barcelona y que lógicamente siempre las hacíamos en los clásicos. ¿Qué podían apostar unos niños en aquella época? Pues imagínense, algo muy sencillo, unas simples bolsas de pipas, pero que para nosotros, tan chiquitos, eran un tesoro.

A medida que pasaron los años, que me iba convirtiendo en una chica mayor, fui dejando de jugar, qué tontería… pero eso no quita que de cuando en vez, me eche una pachanga con los niños y que me lo pase pipa.

De ahí mi afición por este deporte y que en los últimos años, haya pasado a formar parte del equipo directivo del “Agrupación Estudiantil C.F.”

Al principio como aficionada, no me perdía ningún partido de fútbol, pasase lo que pasase y luego ya en la directiva. En un principio como tesorera y actualmente como, secretaria.

El Estudiantil es sin duda un equipo muy competitivo, de hecho se pasó de 3ªregional a preferente, en tan sólo 5 años. Pero además de la competitividad que es una de las cualidades que destaca al club, también hay otra muy importante y es el buen juego que se realiza en el campo. Es imprescindible saber tocar el balón y jugar en equipo, al igual que sucede de forma cotidiana en la empresa. Y para terminar, me gustaría hacerlo con una cita de Alejandro Dumas, en su obra Los Tres Mosqueteros y que no es otra que “Todos para uno y uno para todos”.

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